Contenido
Oviedo - La Collaona
Salgo de Oviedo por la N-630 hasta Mieres, y aquí salgo un poco a la A66 para adelantar un poco de ruta. Llego hasta la salida hacia el puerto San Isidro por la AS-386.
En Cabañaquinta tomo el desvío hacia Pola Laviana atravesando el alto la Colladona. Una vez arriba paro a ver el paisaje y aún se puede apreciar el olor a quemado de algunas laderas próximas, al fondo las montañas de la cornisa Cantábrica aún con nieve.
Alto la Colladona - A.R. Campa Felguera
Comienzo el descenso hacia Laviana, y cuando llego a Tolivia, tomo un desvío a la derecha para comenzar la peripecia hacia donde hoy voy a comer, en el Área Recreativa Campa Felguera.
Voy subiendo por una carretera estrecha pero en buen estado hasta llegar a Fresnedo. Luego un poco más arriba tomaré un desvío a mi izquierda que me llevará por una pista hacia el destino de hoy.
Es una pista que no es muy complicada, además que en las zonas más empinadas y conflictivas, está reforzada con hormigón, por lo que se puede hacer bastante bien, pero con cuidado.
Tras llegar al punto más alto de esta pista, bajo un poco para llegar al sitio donde se une con otra pista que viene desde Fechaladrona. Prosigo y vuelvo a subir, esta vez con peor asfalto además de una buena pendiente con curvas muy cerradas, que hace un poco difícil el paso.
El final merece la pena, y al alcanzar la cima, donde se termina la carretera, disfruto de un rincón increíble, donde además de las vistas, se dispone de una equipación para hacer picnic fantástica, como se puede ver en las fotos de abajo.
Vuelta por el Collao de Pelúgano
De la que subía hacia mi destino, en Fresnedo, pregunto a unos paisanos que andaban por allí como estaba la carretera o pista para cruzar la collada y me comentan que está bastante bien, teniendo en cuenta que el día es bueno para rodar por ahí, así que tras la comida y como hacía bastante viento para echarme un rato, comienzo el camino de regreso hasta el desvío que antes había tomado.
De nuevo vuelvo a subir por un pista que está en peor estado, pero aún así es bastante factible, con abundantes piedras y zonas rotas, pero no hay prácticamente ni barro ni verde ( que me parece más peligroso).
Todo va bien hasta que al fin llego a la cima. Aquí me encuentro que parte de la carretera esta hundida y bastante deteriorada para mi poca experiencia en estos terrenos, así que paro la moto y la aseguro (pues sigue haciendo bastante viento) y me acerco a ver como atacar la entrada a esta bajada más pronunciada.
Este tramo parece tener menos roca grande, pero en su defecto hay como más arenisca y preveo que tocará bajar con cuidado de no patinar o hundir la rueda delantera.
Así que tras la revisión, me pongo manos a los mandos y encendemos la maquina, ¿Quién dijo Miedo?
Poco a poco voy avanzando sorteando todo tipo de vueltas y giros lentos por la cantidad de arenisca que hay en el camino, pero al fin llego a Pelúgano, y un poco más abajo a Levinco donde decido parar a tomar mi café con hielo para celebrarlo.
El resto del camino es desandar lo andado y prepararse para la siguiente aventura.
A mencionar
Las vistas son una verdadera maravilla, y eso que muchas veces no paras porque vas rodando por pendientes que si te paras te vas para abajo.
0 comentarios