Este fin de semana hemos estado probando el nuevo ingenio de Yamaha, la  tri-rueda Niken. Con el motor de la Yamaha Tracer 900 y un chasis más robusto para soportar el peso, lo primero que impacta es su frontal de dos ruedas. 

A diferencia de las scooter de tres ruedas que se pueden quedar de pie sin llegar a posar los pies, en este caso no es así, si no pones el pie te vas abajo. Cuando te subes a ella es un poco trasto por la parte delantera, pero en cuanto comienzas a rodas no se perciben las dos ruedas, eso sí, al andar por ciudad hay que tener cuidado pues cuando te acercas a la acera puedes llegar a dar con una de las ruedas delanteras.

Una de las ayudas que tiene este modelo es la ayuda al arranque, pues cuando estás soltando el embrague automáticamente acelera un poco para salir y que no se cale. En el caso de este modelo, no tiene ningún hueco donde guardar nada, como el casco, un traje de agua, guantes etc, así que tenemos que usar una red para poder llevarlo. Sólo dispones bajo el asiento del pasajero un pequeño hueco para llevar los papeles, que para acceder a él la llave está debajo del colin.

Tampoco dispone de caballete central, por lo que al tenerla en el garaje tiene que quedar en la pata de cabra, que es algo corta y cuando la quieres poner o quitar tienes que andar entre el pedal del cambio y la estribera un poco a ojo.

Ya en carretera la cosa cambia, al principio vas con un poco de tacto por si acaso, pero cuando empiezas a tomar curvas y sientes que la moto se asienta genial y además te transmite más seguridad en la parte delantera comienzas a apurar más las entradas. De motor va sobradísima, lleva 3 mapas de motor con una entrega de potencia distinta en cada uno. También dispone de 2 controles de tracción y de velocidad de crucero.

He visto la falta de algo de carenado y de cúpula, pues la que trae es igual que no llevar nada y el viento se lo come íntegramente el piloto. También en estas épocas se echan de menos unos puños calefactados. 

Uno de los días que la salimos con ella fue al atardecer-noche y pudimos ir por una N-634 Oviedo-Grado pudiendo probar la iluminación de qué dispone, cuando vas erguido hay que reconocer que tienes una visión completa de la carreteras y de los arcenes, pero cuando inclinas para tomar la curva el haz de luz es como si fuese la cabeza de un tiburón martillo, y al inclinar desciende el lateral y sólo consigues ver justo al pie de la rueda, por lo que pierdes visibilidad de la trazada por donde quieres llevar la moto. Se ve algo cuando la carretera está pintada, pero en la que no está, sólo se puede reducir la marcha e inclinar menos.

El último día fuimos con la carretera mojada y haciendo puertos, hay que decir que la sensación de aplomo en la parte delantera es brutal. Da mucha más seguridad que una moto normal, aunque por sacarle algún pero, se echa de menos la frenada combinada ya que cuando pisas el pedal notas que la moto se va algo. Achuchándole un poco consigues que desplace algo de delante pero ahí intervienen esas dos ruedas para que sólo quede en una anécdota. 

Mi conclusión es que merece la pena probarla y notar las sensaciones de una moto distinta y divertida. Además de ser el centro de atención a cada sitio que vayas o pares, por ciudad casi todo el mundo mirar para tí.

Personalmente no es una moto que me compraría, además de su precio 16.500€ me parece que va demasiado justa de equipamiento en general.

Tiene una versión GT que ya trae presintaladas maletas laterales y caballete central

  • Falta algo de carenado-cúpula que proteja de aire
  • Ni puños calefactables.
  • Ni frenada combinada.
  • Ni caballete central.
  • Ningún hueco donde guardar nada.
  • Precio 16.500€ (por este precio podía tener algo más)
  • Dos controles de tracción (TCS).
  • 3 Mapas motor bien diferenciados.
  • Seguridad en paso por curva por el doble apoyo.
  • Velocidad de crucero.
  • Ayuda en la salida.

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