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La Frontera, Cañamares, Priego
Me acompaña una buena temperatura y comienzo a recorrer kilómetros, divisando grandes fincas y rebaños de ovejas.
Recorro el desfiladero de Priego parando a hacer algunas fotos y charlando con moteros que, como yo disfrutan del camino en solitario.
En Priego paro a repostar, pero me encuentro con un grupo de motos, una locura de organización para echar gasolina, así me compro algo de beber fresco y espero que todos terminen de cargar. No hay prisa y tampoco viene mal descansar un rato a la sombra.
Canalejas del Arroyo, Fuentelencina, Brihuega
Depósito lleno continúo marcha, recorriendo rectas infinitas, y descubriendo nuevos rincones. Voy haciendo paradas para echar alguna foto, cuando algo me llama la atención.
En Brihuega, ya había estado a la bajada, pero hoy, siendo Sábado hay mucha más gente, por lo que decido continuar camino y buscar más adelante sitio para hacer acopio de víveres, para mi picnic de hoy.
En una de tantas rectas hago una parada para descansar y ver algunos de las mansiones que contienen grandes zonas de coto de caza. También me cruzo con algunos ciervos y cabras salvajes durante el camino.
Hago cálculos y decido avanzar un rato por la autovía para adelantar camino. De paso compro algo de pan, embutido y fruta para el camino, así como bebida fresca.
Y antes de entrar en una de tantas poblaciones, encuentro un área recreativa donde me dispongo a realizar mi parada.
Tamajón, Ciudad Encantada, Campillejo
Continúo el viaje, buscando sitio para tomar un café, pero todo se encuentra lleno de gente. Es Domingo y grandes capitales como Madrid se encuentran a poco kilómetros, así que la gente escapa de la urbe.
Ruedo por las extensas llanuras de Hita y me adentro al fin en zona habitada, en Tamajón, paro enfrente de la iglesia de Nª Señora de la Asunción, donde reviso un punto que tenía marcado en el GPS, y que tenía ganas de visitar. La Ciudad Encantada de Tamajón.
La Ciudad Encantada de Tamajón es un paraje natural de formaciones rocosas kársticas, de calcáreas y calizas, formadas a lo largo de miles de años. Se localiza en una amplia zona de sabinares de la parte meridional de la sierra del Ocejón. Hay bastantes turistas visitando las formaciones, así como escaladoras, haciendo pruebas de iniciación a esta disciplina.
No me entretengo mucho y continúo pues sigo con ganas de un buen café. Al fin llego a un pueblecito de casa de pizarra negra, llamado Campillejo, donde me salgo de la carretera para tomarme la merecido bebida.
Aprovecho para visitar el pequeño pueblo y ver sus construcciones con tejados y paredes de pizarra negra.
Puerto de la Quesera
El tiempo aguanta y continúo mi viaje, esperando no tener que ponerme el traje de agua. Durante este viaje, lo hemos ido librando bastante bien.
Un poco más adelante, mi ruta me marca un cruce a mi izquierda en dirección al Puerto de la Quesera. Un puerto de 1712m que promete, pero en su acceso, aparece un cartel indicando que se encuentra cerrado.
Así que me paro unos instantes a ver si veo por algún sitio alguien a quien preguntar, o algún aviso en las webs disponibles si hay algún desprendimiento o qué puede hacer que se encuentre cerrado.
Como es de esperar, ni veo a nadie, ni encuentro nada online, así que como tengo gasolina de sobra, me lanzo al camino estipulado y hasta donde llegue.
La carretera en ocasiones tiene algunos baches bastante importantes, por lo que la velocidad se aconseja que sea moderada. Hay mucha roca en lascas inmensas y el paisaje es super curioso. Primero llego al fondo del desfiladero para luego comenzar la subida al propio puerto.
Paro en un par de ocasiones para hacer alguna foto, y no me encuentro con nadie, ni veo ningún vehículo por ningún sitio. Además poco a poco el horizonte hacia donde voy, se vuelve cada vez más negro, con nubes de tormenta.
Casi llegando a la cima, diviso un coche y gente que está a la miel, pues hay varios grupos de colmenas por la zona. Me da un poco de alivio, y me da confianza a que no voy a tener que dar la vuelta.
En efecto, llego a la cima y entro en la provincia de Segovia, eso sí, en ésta la carretera está en bastante peor estado, pero ya me cruzo con más coches y gente que está de senderismo por la zona, visitando entre otras cosas, el Hayedo de Pedrosa.
A1 y Nacional a Palencia
Una vez abajo llego al embalse de Riofrío y llego a Riaza, desde aquí tomo la A1 hasta Aranda de Duero y la misma ventolera de carretera que rodé a mi bajada, en el primer día de ruta, hasta llegar a Palencia, ya estaba con ganas de llegar, estoy bastante cansado y el último tramo con viento se hace bastante pesado.
Ahora a descansar y a disfrutar de una merecida cena.
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