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Oviedo - Castilla León
Lo primero es hacer acopio de provisiones, pues la idea es visitar un sitio que presuntamente se encuentra abandonado, por lo que la primera idea que se me pasa es pasar por Villamanín (Ezequiel) para hacerme con uno de sus bocatas y algo de beber para el avituallamiento.
Sigo el plan, primer subiendo el puerto de Pajares y luego acercándome al citado bar, pero es tal el volumen de gente que allí se encuentra que tras un intento de acercarme a la barra, desisto y prefiero seguir ruta y buscar otro aprovisionador.
Continúo la nacional hasta el desvío hacia Geras de Gordón, y es aquí donde vuelvo a parar y tengo más suerte. Me refresco un poco y hago acopio de un buen bocata de cecina, con una botella de agua grande. Todo a la maleta y seguimos ruta, pues ya empieza a calentar bien.
Pto Aralla - La Magdalena - Riello - Igüeña
Subo el puerto de Aralla tranquilamente y continúo hacia la Magdalena, desde aquí tomo el desvío cruzando el río Luna hasta poco antes de Riello, donde me desvío a mi izquierda buscando los pueblos de Tremor de Arriba y Pobladura de las Regueras.
Poco antes de entrar en éste último, tomo el desvío a la derecha en dirección a Igüeña. Poco antes de llegar, me entra el gusanillo y me hago el almuerzo en un camino que encuentro a la sombra, disfrutando del fresco del riachuelo que tengo al lado y espantando algún mosquito también.
Termino y decido tirar hasta Igüeña para tomar un café y preparar la cámara. Esta nueva compañera de ruta, me hará no tener que parar en sitios dificultosos para hacer fotos, y valdrá la pena la edición de video.
Urdiales de Colinas
De nuevo en marcha, subo por la carretera que lleva hacia el pueblo con el nombre de mayor tamaño de España, «Colinas del Campo de Martín Moro Toledano», ahí es nada, hoy no toca su visita, pues ya estuvimos con el grupo en otra ocasión.
Llegamos al desvío hacia Urdiales y tomo la salida a la izquierda, según voy bajando ya la carretera se vuelve a tierra y gravilla, por lo que ponemos nuestro modo OFF.
Cruzo el río Boeza y me encuentro el desvío que me llevará a Urdiales y luego al otro pueblo que visitaré hoy, Los Montes de la Ermita, comienza la aventura.
Desde aquí me quedan para rodar por pista, que se encuentra bastante bien, unos 7,5 km, aunque tengo que bajarme de la moto en dos ocasiones pues hay dos puertas para mantener el ganado en sus fincas. También me cruzo con algún todo terreno de ganaderos, que van bastante alegres.
Llego al fin a Urdiales y mi instinto me dirige por un camino que de repente, termina en un camino bastante angosto y empinado. Parece que se dirige a la mitad del pueblo, pero creo que será mejor, bajarse de la moto e inspeccionar el trayecto a seguir, que dura es la vida del aventurero.
Bajo caminando por camino y llego hasta lo que parece un cruce en la parte más baja del pueblo. Aquí me encuentro con una señora que está con labores de campo en una casa que está bastante restaurada y bien cuidada.
Me cuenta que son pocas las casa que se encuentran habitadas, (como segunda vivienda claro), pero que es un sitio muy tranquilo y que siempre que pueden vienen a desconectar. Me indica que en la parte alta del pueblo se encuentra la iglesia y la forma más sencilla de salir del pueblo por el lado contrario a por donde yo he entrado.
Vuelvo a la moto y veo factible bajar, eso sí con mucho cuidado, por ese camino. Así que enciendo cámara, listos y acción.
Llego al cruzo entero y continuo subiendo a la parte media del pueblo, para hacer otra parada y visitar la parte alta. Sus casa medio derruidas y su iglesia en la parte más alta, con su zona de chigre allí cerca.
Los Montes de la Ermita
Tras las fotos pertinentes, deshago el camino andado hasta el cruce y me dirijo al segundo pueblo a visitar hoy. Esta pista es bastante más sencilla y abierta, por lo que el camino lo hago más alegre. También me tengo que bajar a abrir una de las puertas para el ganado y ya estoy en la entrada al pueblo.
En esta ocasión, dejo la moto a la entrada y decido visitarlo caminando, parece que en éste hay más casas habitadas, o al menos restauradas.
Doy un paseo por entre las casas y verifico que hay más gente viviendo en ellas, o que por lo menos están preparadas como segunda vivienda, aunque no puedo hablar con nadie, por que no me cruzo con persona alguna.
De nuevo en la entrada, relleno mi botella de agua de la fuente que hay allí y me dispongo a rodar de vuelta.
Pto Leitariegos y Salas
Sigo rodando hasta llegar a Toreno donde tomo la carretera que sube hacia Villablino, una vez allí subo y bajo el puerto de Leitariegos para cruzar Cangas de Narcea y de seguido el corredor del mismo nombre hasta llegar al final de la ruta de hoy.
A mencionar
Siempre es un placer rodar por carreteras de Castilla León, su asfalto y sinuosidad es un placer para los moteros. Luego si le pones un poco de tierra sencilla y vistas espectaculares, que más se le puede pedir.
Día completo, con buen tiempo, buen almuerzo y buena ruta.
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