Ayer al final nos pudieron hacer un arreglo perfecto en la estribera que se había roto, dejándola perfecta.
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Nos dirigimos al sur…
Hoy no hacemos grabación pues la ruta de hoy será bastante aburrida, pero necesaria. Nos dirigimos hacía el desierto de Erg Chebbi. Hoy dejaremos un poco aparcada las motos y las cambiaremos primero por 4×4 y luego por quads, hoy toca aventuras en la arena.
Llegamos a Merzouga y conocemos a nuestro anfitrión de hoy, Mustafa, un Berebere que nos acoge fenomenalmente y nos llevará primero a ver cómo es andar en 4×4 por las dunas, tomar algo en un auténtico oasis, etc…
Visita a las minas francesas y luego a comer rico rico
Seguimos rodando por las dunas donde más adelante podemos ver algunos de las tiendas bereberes que hay instaladas por esa zona.
Luego nos llevan a ver las minas de plomo y baritina que habían sido explotadas por los franceses durante el protectorado en Marruecos.
Va siendo hora de alimentar nuestros cuerpos serranos y nos llevan a un restaurante que está al lado de una carretera y donde disfrutamos de una rica comida.
Ya por último sólo nos faltaría un cafetito, y cómo no, Mustafa nos lleva al lado de un lago en medio de la nada, donde hay un tipo con un 4 latas y una máquina de café que nos hace unos cafés espectaculares. Ya sólo falta echarnos un rato a pillar fuerzas para la tarde.
Tras el merecido descanso, comienza una nueva aventura
Mustafá aún nos tenía preparada otra aventura más, salimos bastante descansados y teníamos una fila de quads aparcados delante del recinto.
Compartimos la experiencia con una familia de franceses bastante franceses… al final los españoles siempre damos la nota. Durante la ruta por las dunas, era muy chocante como nos cruzamos con motos, 4×4, y carabanas de camellos, menudo negocio tienen allá montado.
Ya por último, en lo alto de una duna, algunos valientes intentaron descenderla con una tabla de snow, ahí dejamos a nuestro compañero Andrés y llegaron unas compatriotas Vascas, bastante atrevidas que también lo hicieron muy bien.
Llegada a nuestro alojamiento
Más tarde al fin llegamos a nuestro destino de esta noche, en medio del desierto. Una tiendas montadas en forma de U con un comedor al fondo donde haríamos la cena y fiesta de noche.
La verdad que el sitio era una pasada, y las instalaciones no tenían nada que envidiar aun hotel de los de antes. Había de todo y detrás de las tiendas tenían una especie de pequeña chimenea que hacía las veces de calentador de agua para las duchas.
Después de charlar una rato con las chicas que habíamos conocido en las dunas, nos llamaron para cenar. Estaba todo genial y al final los Bereberes organizaron una especie de concierto con sus cantos y bailes.
Por último y para rematar la noche, estuvo lloviendo de lo lindo, vamos que tuvimos de todo.
