Col d'Envalira 2.408m - Col de Puymorens 1.915m
Salimos de Andorra dirección Francia por el port d’Envalira, con un tiempo totalmente despejado y una temperatura muy agradable.
Un poco más abajo paramos a hacer algunas fotos sobre el circuito de Pas de la Casa. Continuamos y ya con algo más de tráfico entramos en el país vecino, para un poco más adelante desviarnos a nuestra derecha en busca de otro puerto, el Col de Puymorens 1.915m
Desde aquí vamos a comenzar a bajar por una vía en muy buen estado y que nos llevará casi hasta el nivel del mar, dejando así la alta montaña hasta dentro de un par de días.
Por Francia de picnic
Como bien dice mi compañero de ruta Andrés, Francia nos lleva mucha ventaja en el tema de zonas de picnic y acampada. Buscamos un rinconcido en medio de la nada, donde tenían dispuesto una marco incomparable para tomarnos unas fotos con un soporte para el tlf y todo, super chulo, luego unas mesas con casitas para ardillas muy monas.
Comimos tranquilamente para luego acercarnos, en el primero pueblo que encontramos, a tomarnos un cafelito y retomar el camino.
Costa francesa
Tras rodar un poco rollo con rectas, al fin llegamos a la costa francesa, que recorreremos hasta volver a entrar en España y llegar a nuestro destino de hoy, Cadaqués.
Aunque la carretera es una verdadera maravilla, por su trazado y sus vistas. El denso transito de coches y caravanas hace que se haga más dura de lo esperado. Todo ello sumado a los kilómetros que llevamos encima, puede hacernos perder un poco la paciencia con algún que otro conductor.
Paramos a hacer unas fotos por la zona de Banyuls-sur-Mer con unas vistas de su costa tremendamente bonitas. Aún estando en pleno Septiembre, había gente bañándose y tomando el sol.














Último tirón antes de llegar a destino
Seguimos rodando y las carreteras se hacen mas sinuosas y estrechas, pero sabemos que estamos llegando al fin a Cadaqués. Con ganas de quitarnos las pesadas chaquetas y descansar un buen rato.
En el pueblo hay bastante ambiente, pero elegimos picar algo en la habitación tranquila y económicamente, comprando un par de pizzas en una pizzería que tenemos justo enfrente del hotel y que huele de maravilla. En nuestra terraza y disfrutando de la noche.
Luego dimos un paseo para soltar músculos y pillar la cama con ganas. Todo un acierto, las vistas de noche eran insuperables.